El transporte es el elemento vital de la ciudad, lo que permite que 8,8 millones de neoyorquinos viajen, residan y se diviertan en los cinco condados. Nuestro vasto sistema de tránsito, junto con nuestra densidad, ha permitido nuestro crecimiento sostenido, la equidad en salud avanzada y nos permitió mantener una huella de carbono per cápita más pequeña que cualquier otra gran ciudad en los Estados Unidos. Nuestros objetivos de transporte son evitar viajes que no necesitamos, cambiar esos viajes que necesitamos a modos con menos carbono y mejorar la infraestructura y la tecnología existentes para permitir reducciones de emisiones aún mayores.